miércoles, 19 de enero de 2011

ciembras

La productividad de los suelos a través de los años de uso, suele bajar de manera importante asociada a la reducción del porcentaje de materia orgánica, producto del laboreo excesivo del suelo.
Al arar el suelo, se produce una modificación de su atmósfera interior al ingresar O2 de la atmósfera externa, que aumenta los procesos oxidativos de la materia orgánica y libera CO2 (gas de efecto invernadero) a la atmósfera. Esa pérdida de materia orgánica libera una gran cantidad de nutrientes, lo que aumenta la fertilidad inmediata del suelo.
Por otro lado, se produce una disminución de la densidad aparente y de la resistencia a la penetración de la capa arable.
Estos dos procesos explican que el arado de los suelos permite mayores producciones que la siembra directa en el corto plazo. No obstante, si el proceso se repite en años sucesivos, la materia orgánica disponible para descomponer disminuye considerablemente, y con ella también disminuye la producción vegetal.

3 comentarios: